Ritual de los 4 mandalas a Tara Chittamani
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Tara CHITTAMANI. Ritual de los cuatro mandalas

Tara (Drolma en tibetano) es la manifestación búdica que representa las capacidades o cualidades de liberación, protección y ayuda, tal como son las de una buena madre. Por eso se dice que es la madre de todos los Budas. Con las prácticas contemplativas de Tara, afloramos y realizamos  estas capacidades de la naturaleza búdica que llevamos dentro. Se puede decir que Tara es el arquetipo en forma oriental de la Gran Madre. 

Tradicionalmente se llevan a cabo prácticas variadas de Tara con diferente énfasis como las Alabanzas a las 21 Taras o la Sadhana de Tara Verde del Bosque de las Acacias. Hay prácticas relacionadas con una Tara específica como Tara Verde, Tara Blanca o Tara Naranja. En la amplia simbología del Budismo Vajrayana, cada Tara se representa con color, mudras y adornos relacionados con sus cualidades. Tara Chittamani, donde chitta significa mente y mani joya, objeto de esta práctica, se representa igual que Tara Verde, o sea, de color esmeralda, preciosamente ornamentada, con los mudras de la suprema generosidad y de conceder protección, pero porta dos flores uptala en lugar de una. 

La Práctica de Tara Chittamani o Ritual de los cuatro mandalas a Tara Chittamani incluye elementos de los tantra superiores, puesto que el practicante trabaja con la vacuidad o no dualidad, con recitaciones y visualizaciones y se ofrecen cuatro mandalas, con el objetivo último de “hacerse Tara”, y de actuar en la realidad convencional con la bondad, compasión y altruismo que Tara representa. En la verdad última, Dharmakaya, ya somos Tara. 

Un mandala representan la totalidad de la realidad, el universo entero purificado. Hay mandalas para meditación, para exposición y para ofrecimiento. En esta práctica se ofrecen simbólicamente cuatro mandalas de ofrecimiento (con recitación en versión larga de 23 montones y en versión corta) como “compensación y agradecimiento” por parte del practicante, por el incalculable valor de las enseñanzas y las prácticas relacionadas con Tara.

Secciones de la práctica:

1. Preliminares y comienzo

2. Repetición primera

3. Repetición segunda 

4. Repetición tercera 

5. Terminación y dedicación 

Tara “encarna” las cualidades de protección, liberación, salvación y ayuda, sobre todo en su vertiente femenina y que todos llevamos en potencia. Mediante las prácticas, nuestra naturaleza búdica inmanente se actualiza en nosotros, en este caso con la práctica de Tara Chittamani, las virtudes de Tara.

En el Centro de Meditación y Proyectos de Ayuda Social de la Fundación Budista Jardín de la Fundación se realiza esta práctica mensualmente por lamas tibetanos residentes con el linaje adecuado para beneficio de los interesados.