BUDISMO BÁSICO

Budismo como filosofía, ciencia de la mente…

Nacimiento de Buda. Stupa Shanti en Leh (India)
Representación del nacimiento de Sakyamuni Buda en la Stupa Shanti o de la Paz en Leh

Puede ser considerado una filosofía de vida, una corriente espiritual o una religión, según se enfaticen unos aspectos u otros. Cuando se le despoja de los elementos culturales y mitológicos que tiene en alguna de sus variantes, queda una filosofía práctica útil para las personas y para la sociedad. Algunos lo consideran ciencia de la mente. 

Hoy en día muchas métodos de ayuda y terapia importan prácticas e ideas del budismo. Mucha gente encuentra que el pensamiento y la práctica budista mejoran su vida sin necesidad de adscribirse a ningún credo o institución. Es abierto y ofrece lo más adecuado para cada uno.

No se necesita de la fe, el camino se recorre con esfuerzo personal. Se trata de cultivar la mente. Cada persona tiene la posibilidad de «realizar» y «ser» todo su potencial, con la mente plenamente serena y despierta. A través del pensamiento budista puede reconocer esta posibilidad y desarrollarla.

Las Cuatro Nobles Verdades

Resumen del diagnóstico del problema existencial y la solución propuesta por Buda. 

Después de haber dejado la vida fantástica de palacio, al constatar la insatisfacción de la existencia ordinaria, pasó unos años de asceta errante, y tras una profunda reflexión, el Buda Sakyamuni llegó a la conclusión de que la verdadera paz (nirvana) se alcanza con el camino medio, promulgando las Cuatro Nobles Verdades. Como un buen médico, realizó el diagnóstico y formuló la cura. Sus simples principios se adaptan a cualquier persona. Decía el Buda: “Así como las huellas de todos los animales con patas caben dentro de la huella de un elefante, todas las enseñanzas de mejora caben dentro de los cuatro nobles verdades”.

  • La verdad de la existencia de la insatisfacción. En el fondo, por mucho que intentemos evadirnos, siempre nos encontramos de un modo u otro con sufrimiento e insatisfacción, o que termina faltando algo.
  • La verdad de la causa de la insatisfacción. El origen de la insatisfacción es la inclinación instintiva al deseo y apego a lo que nos gusta, y la aversión y escape de lo que nos amenaza. La causa última es no entender la realidad ni el funcionamiento de la mente, o sea la ignorancia.
  • La verdad del cese de la insatisfacción. El sufrimiento cesa cuando la causa cesa, o sea eliminando la ignorancia, cambiando la manera de pensar y reconociendo que la solución no está simplemente en lo externo a nosotros.
  • La verdad del camino de la liberación. El camino para superar la insatisfacción y el sufrimiento es el Noble Sendero Óctuple.

El Noble Sendero sigue la ley natural de causa-efecto: la causa produce el sufrimiento, y el camino, que se convierte ahora en causa, produce el cese.

El Noble Sendero Óctuple

Toda la enseñanza de Buda, que difundió y practicó durante 45 años, incluye de una manera u otra elementos de este sendero, que él explicó y practicó de diferente manera a distinta gente, según sus necesidades y capacidades. Aunque tiene sentido seguirlo en el orden tradicional, en la práctica sus componentes se practican simultáneamente, puesto que están inter relacionadas y el cultivo de uno ayuda al del otro. 

El recorrido del camino requiere un trabajo emocional e intelectual interno. Y ello se consigue transformando la mente (los tres sistemas del ya clásico cerebro triuno: primitivo o instintivo, límbico o emocional y superior o racional), cambiando la manera convencional y condicionada  de pensar, reconociendo que con esa transformación interna se influye en la transformación externa hacia una sociedad más justa y armónica. 

Templo Mahabodhi de Bodhgaya, lugar de iluminación de Buda

Sus ocho componentes se agrupan tradicionalmente en tres partes: 

  • Comportamiento ético. La base para una vida fructífera y libre de perturbaciones mentales es no hacer daño a los demás, ni a uno mismo. Es más, se centra en beneficiar a los demás seres. El fundamento es el amor universal y la compasión hacia todos los seres. Comprende: habla correcta, acción correcta y modo de vida correcto.
  • Calma y serenidad. Es disciplina mental para frenar la reactividad instintiva y condicionada y poder ver las cosas con claridad. Para ello es necesario cultivar la capacidad de concentración o absorción meditativa. Comprende: esfuerzo correcto, atención correcta y concentración correcta.
  • Sabiduría. Es despertar, el antídoto que despeja la ignorancia, que es la causa raíz del sufrimiento. Se trata de entender qué es la realidad en el fondo, y qué es la mente y su modo de funcionamiento. Cambiando nuestros pensamientos, modificamos nuestro comportamiento e influimos en el cambio de la sociedad. Es conocida la máxima de sabiduría universal: el hombre es lo que piensa. Él mismo construye su propia realidad. El sufrimiento y el gozo son en el fondo estados mentales, que proyectamos. Comprende: pensamiento correcto y entendimiento correcto.

Las cuatro características o sellos de la existencia

Es lo que caracteriza al mundo en que vivimos:

  • Impermanencia o transitoriedad: todo es condicionado y cambia 
  • Sufrimiento o insatisfacción: todo en el mundo convencional es en el fondo sufrimiento
  • Insubstancialidad o vacuidad: todas las cosas, incluyendo el yo, carecen o están vacías de naturaleza intrínseca o independiente – son inter dependientes
  • Posibilidad de auténtica felicidad o de liberación de la insatisfacción: es posible alcanzar una paz verdadera

Los cuatro estados sublimes

Sarnath (India), lugar de la primera enseñanza de Buda

En las diferentes corrientes del budismo se enfatiza el amor universal, y la dignidad e igualdad de las personas, como en otras corrientes espirituales. Se cultivan los llamados cuatro estados mentales sublimes:

  • Benevolencia o bondad (metta). Es amor incondicional a todos los seres.
  • Compasión ante el sufrimiento de los demás (karuna). Es sentir con el otro. No debe ser confundido con pena.
  • Alegría ante la felicidad de otros (mudita). Es el sentimiento positivo auténtico, sin hipocresía, la envidia sana. 
  • Ecuanimidad (upekkha). Es contemplar las cosas sin apego y con perspectiva, para actuar desde la sabiduría y compasión. Es también imparcialidad en la benevolencia, compasión y alegría empática.

Las tres joyas o refugios

Una persona se refugia para protegerse. Uno puede decir que es budista en el momento que se siente como uno, pues no hay ritos de iniciación, pero tradicionalmente un budista  puede tomar refugio en las tres joyas:

  • Buda. Puede ser Buda Sakyamuni, modelo en el camino del despertar, pero también todos los que han alcanzado la iluminación, y el buda que llevamos dentro – la naturaleza búdica.
  • Dharma. Son las enseñanzas de Buda que guían en el camino, plasmadas en los diferentes cánones de las distintas tradiciones. Y en el sentido más amplio puede decirse que cualquier enseñanza que nos hace mejores es dharma, como afirmó el Buda Sakyamuni cuando fue preguntado por sus discípulos antes de morir.
  • Shanga. Puede ser interpretada comenzando desde la comunidad de monjes, los más puros practicantes, hasta la comunidad de caminantes o simpatizantes del budismo, como el conjunto de buscadores espirituales que buscan mejorar, ayudar y ser ayudados. En el fondo todas las personas desean mejorar.

Compasión y sabiduría

De forma intrínseca en el camino budista hay dos grandes cualidades que una persona desarrolla: la compasión y la sabiduría. La compasión representa amor, benevolencia, amabilidad, tolerancia, solidaridad, altruismo, o sea, las cualidades del corazón o de tipo emocional. Está en la base de todas las religiones y del humanismo en general.

La sabiduría representa discernimiento, entendimiento profundo, raciocinio, auto examen, diligencia, autocontrol, o sea, las cualidades de la mente o de tipo intelectual. Está en la base de todas las corrientes y tradiciones de filosofía práctica de vida tanto de Oriente, como de Occidente.

La experiencia demuestra que lo óptimo es un desarrollo equilibrado de compasión y sabiduría, pues mucha compasión y poca sabiduría da lugar a buenismo idiota y a dependencia. Y mucha sabiduría y poca compasión da lugar a frialdad y a alienación. El budismo proporciona potentes herramientas para desarrollar en profundidad tanto la compasión como la sabiduría. 

 

Stupa Shanti o de la paz interior, en Leh, Ladakh, India

Los tres atributos de Buda, como ideales de vida

Los tres grandes atributos de Buda son: la sabiduría, la compasión y la energía. Cada uno de estos valores universales se representa en esta corriente por un arquetipo o boddhisattva tradicional.

  • La sabiduría, cuya representación en la iconografía es Manjushri, que exhibe un libro y una espada para cortar la ignorancia y el apego.
  • La compasión, cuya representación es Avalokiteshvara (Chenrezig, Tara), que a veces se la representa con muchas cabezas, para ver, y muchos brazos, para ayudar.
  • Y la energía, representada mediante Vajrapani, sosteniendo un cetro o relámpago y con cara de decisión y firmeza.

La compasión. Es sentir y compartir el sufrimiento de los otros seres como si fuera el propio, y movilizarse para disminuirlo.  Incluye no violencia, amabilidad, atención, ayuda… Puede ser una mera aspiración, o incluir un compromiso de acción, para abarcar a los diferentes y lejanos, o algo profundo consustancial a la existencia (bodhicitta absoluto), cuando no hay sentimiento de separación entre “yo” y el “otro”, y ya el apego ciego habitual carece de sentido.  Más…

La sabiduría. Entender la realidad tal como es, con sus características esenciales de impermanencia, insubstancialidad, generadora de sufrimiento y con posibilidad de paz suprema. Es despertarse del sueño o salir de la ignorancia, del mundo aparente de la separación. Incluye también entendernos a nosotros mismos como parte de esa realidad, saber qué es nuestra mente y cómo opera. No es creer en  lo que se nos dice, sino entender por nuestros propios medios, y someter a investigación y análisis los hechos y la información que se nos da. Más…

Los paramitas o perfecciones son ideales de carácter o rasgos personales que sirven de guía para el cultivo y formación personal en el camino del despertar, incluyendo implícitamente la compasión y la sabiduría. Son: generosidad, comportamiento ético, paciencia, diligencia o entusiasmo, concentración y sabiduría. Más…