practicar los paramitas

Practicar los paramitas o perfecciones

Los paramitas son actitudes o virtudes esenciales que se cultivan en el budismo. Aquí se destacan algunas indicaciones al respecto del gran maestro tibetano Tsongkhapa, erudito y yogui con una basta formación y práctica en diferentes corrientes del budismo, en su obra Notas abreviadas del sendero gradual a la iluminación. También se extraen enseñanzas de Shantideva en su influyente texto El camino del Boddhidattva.

  • Generosidad. Ha de ser espontánea (clara y decidida), sabia (para aplicarla adecuadamente), ejercida con agrado y satisfacción, universal y no solo para los amigos y pura o sea sin esperar nada cambio. Tsongkhapa dice que es la mejor joya para cortar las amarras del egocentrismo y la avaricia. El sabio siempre sigue el sendero del desapego y la renuncia, incluso a las recompensas de sus buenas acciones. Como dice Shantideva, el gran beneficiado de la generosidad es el que la da, no el que la recibe.
  • Comportamiento ético. Es la base del camino de la liberación. Parte de la no violencia hacia los demás seres y hacia uno mismo, sigue con el respeto y amabilidad y llega al ideal de vivir con los cuatro estados mentales sublimes (brahmaviharas). Según Tsongkhapa, la generosidad es lo que hace grandes como montañas a los humanos, sin hacer uso de la fuerza; y los sabios protegen las reglas de disciplina ética como lo hacen con sus ojos.
  • Paciencia. Con ella se evita la reacción de ira hacia los demás y hacia uno. Para Tsongkhapa la paciencia y su amiga la tolerancia son los mejores ornamentos para aquéllos que tienen poder y la mejor manera de soportar el tormento de los fallos. Ha de ser como un ave acechando a su enemigo, que es la serpiente del odio y la ira, y la mejor armadura para protegerse de acciones dañinas procedentes de otros. El sabio viste la armadura de la paciencia suprema y la practica de todas las maneras posibles. Dice Shantideva que, como en el caso de la generosidad, el mayor perjudicado por la ira es uno mismo. En un momento de ira se puede destruir lo construido durante años.
  • Entusiasmo y energía. Es la perseverancia y diligencia en el camino de mejora, en el camino del Dharma. Dice Tsongkhapa que, si te vistes de la armadura del vigor incansable, tu entendimiento y tus buenas cualidades crecerán hasta ser como la luna, y que tus acciones tendrán resultado y serás  capaz de conseguir aquéllo que comienzas y deseas. Habiendo comprendido esto, el sabio persevera y elimina la pereza.
  • Concentración. Proporciona calma para actuar con serenidad y para ver con claridad, de forma que seamos capaces de evitar la reacción ciega y, por tanto, tener en mente nuestros valores para aplicarlos en la acción, renunciando a lo más mundano a favor de lo más importante. Afirma Tsongkhapa que es lo que da poder supremo sobre la mente.
  • Sabiduría.  Dice Tsongkhapa que con los ojos de la sabiduría puedes ver las cosas tal como son en realidad y que es la mejor cualidad transmitida por Buda. Se la conoce como la lámpara suprema para eliminar la oscuridad de la ilusión. Dice que el sabio que aspira a la liberación o despertar se esfuerza en desarrollar sabiduría, para entender la realidad y transformar la mente de modo que no se deje engañar por lo convencional y aparente, y con ello arrastrado por la avidez y la aversión. Incluye saber discernir cuándo aplicar la compasión y la energía, y también las habilidades básicas de saber vivir.