Desde hace 2.600 años, la sabiduría budista se ha mantenido inalterable en sus elementos básicos, gracias, sobre todo, a la transmisión oral ininterrumpida de maestros a discípulos. Con el tiempo se ha ido enriqueciendo y adaptando a las necesidades de cada época y cultura, siendo un hito importante su extensión a Occidente y el consiguiente diálogo y aporte mutuo con diferentes ramas de la ciencia (psicología, física…). El dharma o doctrina de Buda no es sino un diagnóstico del sufrimiento y una cura para su superación. Nuestros lamas comparten ahora con nosotros este valioso legado de sabiduría, para ayudar a las personas en su vida diaria, con enseñanzas con un componente importante de espiritualidad, losofía práctica, ética y psicología.