Meditación-práctica tradicional avanzada del Budismo Vajrayana Tibetano que emplea recitaciones en tibetano, mantras, instrumentos y contemplación.

En este practica ritual se realiza la Confesión ante los 35 Budas. Ver artículo Confesión de los 35 Budas.

Cada uno de ellos purifica una negatividad específica acumulada y realizada desde tiempos sin principio. Es una manera de trabajar nuestra mente para arrepentirnos e interiorizar el firme compromiso de no caer en las mismas faltas. A veces cometemos negatividades sin darnos cuenta. Otras veces sí somos conscientes de ellas. En cualquier caso las negatividades o faltas, tanto las que realizamos conscientemente como las que no, las confesamos en esta ceremonia, generando un sentimiento sincero de arrepentimiento desde lo profundo de nuestro corazón.

Las postraciones son una parte esencial en esta ceremonia, ya que se realizan 7 (normalmente) por cada Buda. Mientras el Maestro recita el nombre de cada Buda, nosotros realizamos las postraciones. Lo más recomendable es hacerlas enteras, es decir, extendiendo todo nuestro cuerpo en el suelo y tocándolo con la frente. Si no se puede/quiere, pueden hacerse sólo tocando el suelo con 5 puntos (las dos manos, las dos rodillas y la frente), o si tampoco se puede por alguna condición física, se puede realizar sólo el gesto con las manos tocando los 3 puntos (frente, que simboliza el cuerpo; garganta o boca, que simboliza la palabra; y corazón, que simboliza la mente). También pueden alternarse,  unas veces realizar las postraciones enteras, otras las medias y otras sólo el gesto con los brazos, para no cansarse demasiado. Es aconsejable realizar tantas y tan completas como nos sea posible, pero sin lastimarnos ni causarnos daño.

LA ORACIÓN DE LAS 7 RAMAS A LOS 35 BUDAS. A cada Buda se le recita las Siete Ramas. Ésta consiste en

1º Rendir homenaje con 7 postraciones.

2º Dedicar los ofrecimientos, visualizando que los aceptan satisfechos.

3º Confesar nuestras negatividades, en este caso relacionadas con las que purifica cada Buda en particular.

4º Después nos regocijamos de todas las buenas acciones realizadas por todos los seres de todos los tiempos.

5º Lo siguiente es solicitar el Giro de la Rueda del Dharma. Solicitar de corazón a los Budas que nos den enseñanzas. 

6º Después se les pide que permanezcan con nosotros durante mucho tiempo y que no regresen a su Tierra Pura.

7º Finalmente dedicamos el mérito para la Gran Iluminación.

Guiada por Lamas tibetanos.

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Presencial y online.

El texto para seguir las recitaciones de la práctica se encuentra disponible en el centro.

PRESENCIAL  

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