Palden Lhamo es una dharmapala o protectora del Dharma, la única dharmapala femenina. Los protectores del Dharma son bodhisattvas que se representan en formas terroríficas para transmitir el ideal de protección en el camino del Dharma.
Se considera una emanación de Tara. Mientras que Tara blanca es la madre protectora dulce, Palden Lhamo es la misma madre, pero enérgica y fiera en la protección. Su apariencia y pertrechos hacen salir despavoridos a los “demonios”, que no son otra cosa que las emociones perturbadoras de nuestra mente, las tendencias egocéntricas y pasiones instintivas que nos atan a la existencia mundana. Ella nos inspira para que, imitándola, cultivemos nuestro potencial de protección interna para vencer esas negatividades.
La apariencia terrorífica y la cantidad de artilugios que porta transmiten el ideal del Bodhisattva que puede tomar cualquier forma y emprender cualquier actividad necesaria para la salvación de los seres sintientes, con una sabiduría y compasión que supera cualquier obstáculo. Cada detalle de su apariencia conlleva tres niveles de simbolismo: externo, interno y secreto. El nivel externo tiene relación con su historia como una mujer guerrera que luchó contra el rey demonio de Lanka. En el nivel interno el significado está relacionado con el camino de la liberación. Y en el nivel secreto, enseñado solo a los iniciados, cada detalle significa un elemento en la práctica del yoga tántrico interno.
No es de extrañar que el segundo Dalai Lama le asignase el rol de protectora especial de los Dalai Lamas, de los gobiernos del Tíbet y de la escuela Gelug.
Se dice que ella era la Gloriosa Reina Magzor, que estaba casada con el rey de Lanka, que quería destruir el Dharma. Ella se comprometió a conseguir que el rey cambiara y favoreciese el Dharma y, si no lo lograba, poner fin a la dinastía del rey.
Después de intentarlo durante muchos años, no pudo conseguir que el comportamiento del rey mejorara y por ello decidió matar al hijo de ambos, el cual estaba siendo preparado para ser el que finalmente destruyera el budismo en su reino. Después de matarlo cuando el rey se encontraba ausente, huyó en una mula.
Cuando el rey regresó y vio lo que había sucedido, cogió un arco y disparó una flecha envenenada hacia ella que se clavó en el costado de la mula. La reina, después de arrancar la flecha, afirmó que sería ella la que destruyera el linaje de los malvados reyes de Lanka.
En las representaciones de Palden Lhamo aparecen muy marcados todos los símbolos de fiereza y poder para la protección. Su representación habitual es la de la referida Gloriosa Reina Magzor, montando la mula y sobre un océano de sangre. Todo en la representación viene a señalar habilidades para controlar, eliminar y transformar los obstáculos para que los seguidores suyos avancen en el camino de la iluminación y afronten cualquier exigencia y obstrucción.
La forma de percibirla varía según las personas. Unas ven simplemente una representación artística con cantidad de detalles. Otras la aprecian porque la perciben como una deidad poderosa e invulnerable que intervendrá en su nombre. Otras en cambio la consideran el modelo de la Bodhisattva heroica con compasión y sabiduría sin límites a imitar. Y para las personas iniciadas que practican yoga tántrico, cada uno de sus atributos representa una transformación yóguica interna específica, cuyo logro les acerca al umbral de la budeidad.
En esta representación va acompañada por dos dakinis guardianas, Makaravaktra (diosa de cabeza de monstruo marino), que conduce la mula con unas riendas de serpiente viva venenosa, y Simhavaktra (diosa de cabeza de león), que sostiene un cuchillo en la parte trasera de la mula. La primera protege a los seguidores de Buda de los peligros procedentes del inframundo y lo segunda de los peligros procedentes del mundo exterior. Ambas ayudan a Palden Lhamo a extender su protección a ambos mundos. De ahí el poder para purificar y transformar tanto el mundo de la mente consciente como el mundo de la mente inconsciente.
Ella aparece con una cara y dos brazos. En su mano derecha lleva un garrote de madera de sándalo con un vajra en el extremo, con el que vence a los demonios de la muerte. En la mano izquierda sostiene un cuenco de calavera conteniendo cerebros que simbolizan la confusión, la superstición y la ignorancia. Viste una prenda de piel de tigre, y cinturones y brazaletes de serpientes venenosas, transmitiendo con ello que supera todos los miedos y conquista todos los peligros. En la boca sostiene al demonio de las aflicciones mentales o klesas con sus dientes afilados de atención y diligencia.
El pelo rojo hacia arriba representa el fuego de la perfecta sabiduría o jnana que quema las causas de la miseria. La corona de cinco calaveras en la cabeza significa que ella ha erradicado los cinco venenos (avaricia, ira, ignorancia, orgullo y celos). El tercer ojo de la sabiduría, abierto en el medio de la frente, significa que comprende la vacuidad profunda o sunyata. El sol de la sabiduría se puede observar en su ombligo y la luna de la compasión en la corona. El parasol de plumas de pavo real de la iluminación aparece sobre su cabeza. Un collar grande de cabezas cortadas representa los estados mentales mundanos que ella ha aniquilado. Una serpiente venenosa hace de pendiente en su oreja izquierda y un león en la derecha. En la parte izquierda de la mula aparece el ojo con el que el mundo invisible es percibido. Sobre la mula ella se sienta en una manta hecha de la piel de su hijo demonio, cuya cabeza cuelga hacia abajo.
Monta a la mula sobre un océano de sangre que simboliza su habilidad para trascender el ciclo de nacimiento y muerte o samsara. La gran variedad de pertrechos incluye hasta pieles arrancadas, una bolsa llena de enfermedades o serpientes venenosas vivas que cuelgan de la mula…
YO RAMO YO RAMO YO YO RAMO T’UN YO KALA RA CHEN MO RAMO ACHA DACHA T’UN YO RULU RULU JUNG YO JUNG